Esta Claromecosa se denomina así por el lugar en donde se ubica, entre las dunas y el mar. Aunque se desconoce al autor del nombre, existe mucha información sobre su historia. Te invitó a conocer este lugar imperdible de Claromecó.
Por Valentino Vitolla
Claromecó cuenta con diferentes barrios, los cuales se caracterizan y se diferencian entre sí por la época de construcción, por los comercios, los espacios verdes, las formas de construcción de las casas, etc. podemos nombrar algunos que en su conjunto le dan forma a la localidad, como el barrio Médano Verde, el Barrio Villa Faro o el barrio La Reserva.
Pero sin dudas, el más destacado es el Barrio Parque Dunamar. Este bello lugar de 500 hectáreas, se caracteriza por sus hermosas y modernas casas libres de muros medianeros y divididas por cercos vivos; por sus pinos, eucaliptos y acacias, los cuales embellecen los parques de las casas y crean un ambiente acogedor, principal virtud que permite que Dunamar sea un lugar tranquilo y familiar. Además, al igual que Claromecó, posee extensas y gigantescas playas que permiten que todos los veranos, la gente pueda disfrutar del mar.
La historia de este lugar, nace a comienzos de la década de los 50, cuando Ernesto Fridolin Gesell (hermano del fundador de Villa Gesell) y su familia, comenzaron con la plantación de árboles y plantines en un lugar en el que solo había médanos vírgenes, siendo esto, una “loca” misión. Fue Gesell quien creó un puente para que los vehículos doble tracción, los únicos posibilitados en recorrer el árido terreno de la época, puedan llegar al lugar para poder seguir con la forestación. Pasaron 10 años cuando el balneario creció abruptamente, luego de que Isabel Cermak, esposa de Ernesto, haya adquirido los postes para el tendido de la electricidad.
Actualmente, se ingresa a este barrio por la calle E. Gesell, donde hay un cartel que marca el riesgo de incendio, algo que muestra lo celosos y cuidadosos que son los lugareños y las autoridades. Luego nos encontraremos con un boulevard muy embellecido con flores y postes de luz creados con troncos rescatados del incendio del vivero. Ni bien crucemos el puente vehicular, podremos ver la plaza “Don Ángel”, en homenaje a Ángel Faungauf, pieza clave en lo que fue continuar con el proyecto de la familia Gesell.
Desde Clamorecó, podremos ingresar únicamente por el puente vehicular ya nombrado, o por el puente colgante ubicado en el cruce de la calle 5 y calle 20, el cual nos conectará con la calle Neuquén del Barrio Parque Dunamar, siendo un lugar maravilloso para disfrutar del paisaje creado por la unión del arroyo con el mar.
En cuanto a servicios, Dunamar cuenta con restaurantes, bares, mercados, vinotecas y un hermoso balneario, los que garantizarán que tu estadía en este lugar sea excelente y tenga todos los servicios que busques. También cuenta con campings y posadas, los cuales cubren las variadas expectativas de los turistas. A mi entender, se sufre en el verano, la falta de un cajero automático.
Como siempre lo hago, recomiendo recorrer este lugar a pié o en bicicleta, ya que la lentitud hace que podamos ver con mayor atención, todas las cosas lindas que Dunamar nos puede regalar, como los bellos paisajes y la posibilidad de encontrarnos animales como tucu tucus, liebres, zorros, pájaros carpinteros, jilgueros, entre otros. Además, los invito a investigar aún más la historia de Gesell y su familia, la cual me interesó y atrapó mucho, esperando que lo haga también con ustedes.
Sin dudas, Dunamar es el lugar ideal para aquellos que buscan unas vacaciones con tranquilidad. Posee una gran naturaleza, una bella arquitectura, y unas extensas y fantásticas playas, llenas de lugares e historias por conocer, algunas ya abordadas en esta sección, y otras que ya vendrán.
Dunamar, un barrio construido dentro de un bosque encantado, que genera felicidad a los que llegan, y melancolía a los que se van.
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