Por Valentino Vitola
Hoy, hace 30 años, se creaba una de las piezas fundamentales en la vida social y turística de nuestra localidad.
Cuando tomamos la ruta 73, solemos buscar los primeros signos que muestren que por fin estamos llegando a Claromecó. Algunos buscan divisar el faro o el molino. Otros sintonizamos la radio en la frecuencia 97.9 para poder escuchar las voces que nos acompañarán en nuestra estadía en la localidad, ya sea en la playa, en el trabajo, en la cocina o en el auto.
Este proyecto de radio FM nació el 25 de Mayo de 1989, cuando la familia Martínez, asiduos veraneantes del balneario, montaron en la habitación de una pequeña casa de la Av. 42 y 29 un equipo de frecuencia modulada. Los alrededores de esta casa estaban casi deshabitados, donde los médanos dominaban el paisaje y dificultaban el acceso a este pequeño emprendimiento. Fue una iniciativa muy novedosa para la época en el pueblo, siendo una de las primeras FM del partido de Tres Arroyos. Es por eso, que la gente que no tenía los equipos para escuchar el nuevo medio local, se los encargaba al recordado Tito Martínez que los traía de los viajes que realizaba desde Buenos Aires.
En las primeras programaciones abundaba la música, pero luego se fueron incorporando al proyecto prestigiosos periodistas, locutores y operadores que agregaron la voz que la radio necesitaba. Algunos fueron pasajeros y otros siguen desde los primeros años. Sin embargo, todos dejaron una marca en el transcurso de estos 30 años, que sirvieron para que la radio sea lo que es hoy en día.
Radio Comunidad Claromecó fue el nombre elegido desde el primer día. Algunos lo cuestionaron por ser poco comercial, aunque fue la mejor manera de representar lo que la radio buscaba: Ser la voz de la comunidad y el medio por el cual se compartan los acontecimientos más importantes que ocurrían diariamente en el pueblo. Al ser escuchada por todos, suele ser utilizada por organizaciones o grupos locales para realizar convocatorias y/o donaciones a sucesos que pasan en la localidad. A corto plazo, recuerdo los últimos incendios forestales, cuando se pedían botellas de agua y naranjas para hidratar a los bomberos o palas para acelerar el apagado del fuego. Además, gracias a la participación de la radio, también se pudo adquirir la silla anfibia que hoy se encuentra en la bajada accesible y que le brinda a miles de personas con movilidad reducida darse un baño en el mar.
Es el lugar donde la solidaridad, que parece abundar en Claromecó, se materializa. Importantes y singulares objetos perdidos pasan diariamente por la sección de extravíos, donde se busca que puedan ser recuperados por sus dueños. Algunos pueden resultar graciosos aunque no menos importantes, como las perdidas de tortugas. En muchas oportunidades, gracias a la R.C.C. se Recuperaron importantes documentaciones y otros objetos de un fuerte valor.
Mi familia es fiel seguidora de la RCC y no nos perdemos ni un minuto de su programación. La televisión se ve opacada por la radio y prácticamente está desenchufada, usándola solo para ver películas o jugar a la play. Desde chico siempre soñé con poder participar más activamente en este proyecto, algo que pude logar este año gracias a todos los miembros de la RCC que me abrieron las puertas para poder hacer lo que más me gusta.
Creemos desde la radio que uno de los pilares más importantes de esta comunidad son ustedes, los que nos acompañan día a día desde el otro lado, como siempre hice yo, jugando, llamando o acercándose a la calle 40 para sacarse cualquier tipo de dudas. Por esta razón, me gustaría que sean los que le den cierre a esta nota final de Claromecosas. Los invito a que comenten y compartan con toda la comunidad qué es para ustedes la radio, definiéndola en una sola palabra o frase.
Yo la defino como “sentido de pertenencia” ya que es un lugar en el que cada uno de los que participan del mismo lo hacen desde un inmenso amor por comunicar y por Claromecó, lo que se vió reflejado en estos 30 años de aire de Radio Comunidad Claromecó.
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